domingo, 12 de xuño de 2016

NOTAS PARA LA HISTORIA (Sardina del Norte de Canarias)

“Recibín do amigo e camarada Xesús Redondo Abuín, unha carta dedicada a compañeiros daquela historia antifranquista do pobo de Sardina del Norte de Canarias. Carta que teño a honra de publicar neste Blok”
NOTAS PARA LA HISTORIA
redondo abuin
Xesús Redondo Abuín

Queridos amigos Armando y Del Toro, Gracias por mandarme el libro Los sucesos de Sardina del Norte. Me parece un documento valiosísimo como lo que son, notas para la historia. Sobre todo por lo importantes que son los testimonios de los propios protagonistas de aquellos hechos -que ya vamos quedando menos- para que el día de mañana los historiadores puedan documentar un gran tomo de la historia verídica de la lucha del pueblo canario por la dignidad de la especie, de toda ella. Digo especie y digo toda ella y digo bien, porque es lo que han sido aquellos sucesos que ganaron la vuelta al mundo por su mucho mérito. Aquel día a aquella hora los que estuvimos allí dignificamos a la clase obrera como clase y dignificamos igualmente a la especie como especie, a toda ella. No así los que no estuvieron. Y los historiadores podrán comprobar también con vuestros testimonios que aquel día a aquella hora en aquellos hechos no hubo más que comunistas.20187031
Comunistas del PCE para ser precisos. No estuvimos todos los comunistas de la Isla en Sardina, la verdad sea dicha, pero todos los que estuvimos allí sí éramos militantes activos del Partido Comunista. Porque a ni no me cabe duda que éramos comunistas todos los que fuimos a Sardina. Me consta que también lo eran parte de los que no han ido a Sardina. Éramos, digo, porque no pocos luego cambiaron de campo y de camisa. Sí. Incluso los hubo que luego se dedicaron a denigrarnos a los que organizamos en plan pacífico la asamblea de Sardina. Fueron ellos los que luego soplaron con más ahínco en la fragua del anticomunismo. Lo que no obsta ni niega lo que antes digo, y en lo que me ratifico: es un hecho que allí no había nadie del FLP ni de la UGT ni de la CNT ni del PSOE ni de ninguna sigla que no fuse del Partido Comunista. Y si los hubo yo ni los vi ni los oí, ni los vi ni los oí en Sardina ni en La Camocha ni en Lláscaras ni en ningún otro sitiodonde yo consumé mi militancia política. Tenían todos ellos su campamento base lejos de las zarpas de la bestia liberticida.
Cuando empezó a llover sangre a cántaros en España y toda la humedad del mundo se abatió sobre nuestras vidas todos los militantes y dirigentes de esas siglas metieron el rabo entre las zarzas y no lo sacaron hasta que no empezó a escampar gracias a los que no nos abrigamos ni un solo día y todos los días dimos la cara y nos la partieron en las comisarías y en los consejos de guerra sumarísimos. Puede que esto que digo a no pocos le pique, sé que les picará, lo sé, pero si les pica que les pique. Porque ser es innegable que fue así. Y así mismo lo dice el historiador Sergio Millares Cantero en la jesusredondo_marcelinocamachoconclusión 3ª de su escrito: “La única fuerza organizada de oposición al sistema en las Islas era el Partido Comunista, que es capaz de liderar y dar sentido político a las demandas obreras de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo”. Lo suscribo. Eso mismo decía yo cuando entonces y eso mismo digo yo a 44 años de aquella gran gesta de estoicismo colectivo. Lo que yo no me explico es como algunos ni siquiera hoy son capaces de dar una versión serena de aquellos hechos tan relevantes en la lucha antifranquista siendo ellos como son un mérito que le honra al conjunto del Partido de lucha que siempre fue el Partido Comunista en la Isla y en la Península. Lo que honra a todos los descalzos de la Isla y de la Península. Acaso algunos quisieran residenciar los logros habidos en sus despachos. Puede que esa intención de apropiación indebida sea posible. Pero, no, no fue de los despachos laboralistas de donde han salido los logros políticos habidos, los logros más significativos hubo que pelearlos a pulso más allá de los despachos a pecho descubierto en los centros de trabajo y de estudio, en La Camocha, Erandio, Ferrol, San Adrián del Besos, Madrid, Álava, Granada, Sardina… y suma y sigue.
Los antagonismos internos del PCE en la Isla eran como dos fieras enfrentadas a dentelladas cainitas. Para los apóstoles de todas las cautelas nunca había condiciones para disputarle espacios de libertad al franquismo y el otro bando intentaba crearlas al calor de cada conflicto. Fue lo primero que vi nada más llegar a la Isla. Y yo lo tuve claro, no vacilé lo más mínimo a la hora de tomar partido: en lugar de enrolarme en el barco varado a la espera de vientos más apacibles opté por enrolarme en el barco que se movía en la senda de alentar la lucha por la libertad conflicto a conflicto. Para eso precisamente me vine yo del exilio, para ayudar a ponerle fin a la tiranía. Y a pesar de ser yo quien más caro pagó lo de Sardina -tiro en la ingle y once años de presidio- no tengo reproche alguno para los camaradas con los que luché en Sardina y en lo que no era Sardina y los tengo todos para los capataces armados de la parte contraria que entró a nuestra asamblea a tiro limpio.redondo
Más digo: si me quitan los tres años de exilio, el año de secuestro que me perpetraron en comandita el torturador Melitón Manzanas y el ministro Antonio de Oriol y Urquijo y me quitan la condena de once años de cárcel y lo de Sardina, me quitarían lo mejor de mí mismo. Y paso a decir algo que a mí me urge decir: no es verdad que Tony Gallardo Navarro lisonjease en el Consejo de Guerra Sumarísimo a la Guardia Civil, lo que hizo Tony fue una lúcida exposición de la política de reconciliación nacional que preconizaba desde su VI Congreso el Partido Comunista. Igual que Manuel Morales Macías le ha hecho reproches jurídicos a la farsa de juicio. Igual que yo mismo dije con un punto de premeditada gallardía que no le reconocía ninguna autoridad a aquel Tribunal para juzgarnos, que en buena ley quien tenía que estar en el banquillo era la dirección de SATRA y el sádico Comandante que me pegó el tiro; aproveché incluso para explicarle al mal encarado Presidente del Tribunal lo que el mal encarado Presidente del Tribunal no se explicaba: que los trabajadores no habíamos accedido a entregar así como así a los hermanos Gallardo y al abogado Morales Macías porque los trabajadores cuidamos a nuestros intelectuales como a la niña de nuestros ojos. Y no lo hemos hecho así porque nos dio a nosotros por ahí: lo hicimos así porque así lo decidimos días antes cabalmente en la cárcel, con buen criterio y con mucha claridad de juicio decidimos días antes de la vista convertir el juicio en un juicio al franquismo. Y si así no lo hicimos todos y cada uno de nosotros fue porque todo allí estaba montado para achicar el espíritu: banderas, gallardetes, sables y un Tribunal de caretos que solo mirarlos producía grima. Hubo dos casos que a mí me dolieron muchísimo, y que aún me duelen hoy en día: a Polo le dio un ataque de epilepsia y mi queridísimo amigo Vizcaíno se levantó dispuesto a cumplir el acuerdo colectivo de hablar y tuvo que sentarse sin ser quien a articular palabra.penal_a_puertosantamaria
Me dio mucho coraje porque vi muy claro que ellos dos las pasaron más canutas que los que sí logramos decir algo. Los que estuvimos allí sabemos que así fue y penal_galeriaceldas_puertosantamariaasí debemos contarlo. Y contar bien alto que el responsable criminal de lo de Sardina fueron los capataces armados del cabrón de Franco y no Tony Gallardo. En la página 33 de este libro alguien pone en boca de Salvador Sagaseta lo siguiente:“No estuve en los incidentes de Sardina del Norte porque aquello era una trampa… No obstante nosotros animamos a la gente para que fuera, pero dijimos que era una aventura”. Increíble. Pues si es una aventura y una trampa no levantes el teléfono para animar a participar, levántalo para disuadir de caer en la celada. En fin, Tony Gallardo ya está en el nunca más, bien harían los titulares de los susodichos despachos en no seguir esgrimiendo el fantasma de Tony Gallardo, bien harían en dejar de imputarle la paternidad de todos los estigmas que hubo y hay en Canarias, y bien harían en esgrimir el fantasma del gran canalla ártabro, que ese sí es capaz de hacer después de muerto muchísimo daño, muchísimo. Queridos amigos Armando y Del Toro, por hoy aquí lo tengo que dejar. No tengo los correos de nadie de Canarias, tenía el de mi buen amigo Pepe Montenegro, pero ese también picó billete ya al nunca más, espíritu limpio el suyo por cierto donde los hubiere. Me gustaría que vosotros dos enviarais estas líneas a los que aún siguen metiendole caña a la casta, también a la caspa, a toda la caspa.
Un abrazo, Abuín.
Santiago de Compostela

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